Nosotros el comité ejecutivo de ASSITEJ Asociación internacional de Teatro para la infancia y la juventud, denunciamos el reciente ataque a los niños de Peshawar, Pakistán. Subrayamos nuestra denuncia ante este hecho espantoso y ante cualquier intent de usar a los niños como blanco en venganzas políticas. Es irónico que que el ataque suceda justo despueés de que la joven Malala Yousafzal haya recibido el Premio Nobel de la Paz celaebrando su valor y su compromiso extraordinarios en apoyar los derechos de los niños a la educación. Quién sabe cuant@s otr@s Malalas pudo haber en ese grupo de más de 130 niños que con tan inhumana violencia fueron asesinados.

ASSITEJ cree en la protección de los derechos de los niños en todas partes y está enteramnente comprometida con la Declaración de los Derecos del niño de 1989. Esta declaración se centra en uatro  principios básicos, incluyendo el derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo. Nosotros , a traves del teatro y las artes, trabajamos para asegurar que todo niño experimente a plenitude lo que puede ofrecerla la vida. Como asociación internacional, con miembros en más de 90 países del mundo, declaramos nuestro compromiso conjunto para proteger y abogar por los derechos de los niños en todas partes. Apoyamos los derehcos universals a la educación y a la experiencia artística por qeu los ayudan a realizar su potencial y encontrar esperanza en el futuro.

Pedimos a todos los miembros de ASSITEJ apoyar el llamado de Avaaz para acceso universal de los niños a la educación – pueden firmar la petición aquí:

https//secure.avaaz.ort/en/honour_peshawar_children_g/?pv=77&rc=fb

Honramos a los niños de Peshanwar, Pakistán y enviamos nuestras condolencias y apooyo a las familias destrozadas por esta pérdiad devastadora. Pedimos a todos los gobiernos que trabajen juntos para asegurar que los niños en todo el mundo sean protegidos y que no permitan que la infancia sea victim en ciclos de Guerra y violencia .

Unamos las manos por esta causa humanitaria. El futuro depende de nuestra habilidad para promulgar los derehos de los niños de manera positiva.